El pequeño personaje de Kirikou retoza en la pared dedicada a él. Corre tan rápido que deja tras de sí, a su paso, un rastro de polvo luminoso. Los LED azules se encienden uno tras otro para marcar la velocidad.
Los colores llamativos y la luz le permiten alcanzar todo su alcance cuando llega la noche. Esta es la primera pared del universo del cine animado.
Fresco creado en 2013 por la asociación de muralistas “Cité Création”