Las paredes de Angulema están decoradas con una treintena de frescos XXL que recuerdan el vínculo de la ciudad con el cómic. El color surge de la imaginación de los autores para rendir homenaje a los grandes personajes del cómic y a sus creadores. Otras obras se inspiran en las riquezas de Angulema: la industria papelera, la UNESCO, las escuelas y empresas de imagen, etc.
El recorrido propuesto permite descubrir varias paredes pintadas mientras se dirige hacia el “barrio de la imagen”. El espectacular Vaisseau Moebius mira hacia Charente, donde la estatua de Corto mira hacia el horizonte.
Finalmente, la visita finaliza con el descubrimiento excepcional de las reservas del Museo del Cómic. Acompañado de un mediador, el visitante ingresa al lugar santísimo: las salas donde se conservan y restauran miles de obras y planchas originales.