A lo largo del camino, el parque permite al paseante atravesar el jardín de brezos con arces japoneses, cornejos y abedules, ofreciendo así un espectáculo colorido con tonos rojos, verdes, blancos, grises plateados...
Subiendo al lavadero, el arboreto ofrece sucesivamente un bosque de cortezas abigarradas, con diferentes variedades de arces, la arboleda de viburnums, maderas y frutos de colores, el jardín que pica con sus variedades de acebos y zarzas. Finalmente, el sentido del olfato.
Los caminantes serán solicitados a lo largo de la ruta de los olores donde encontrarán lilas, osmanthus, madreselva, menta piperita...
En el Jardín Colgante, los helechos arborescentes, una especie protegida y numerada que se beneficia de un seguimiento internacional, rodean el antiguo lavadero sobre el que domina la cubierta verde.
el paseante terminará su visita bajando de nuevo por el río y se adentrará así en la rosaleda (más de 100 variedades de rosas, desde las más antiguas hasta las más recientes) para un viaje olfativo entre los antiguos plessis trenzados.
Este parque también ofrece un mobiliario urbano inusual. El caminante podrá descubrir una mesa de picnic, en madera, tallada en forma de libro, un quiosco y bancos.